53.- TODO EL MUNDO TIENE BUENAS IDEAS (MENOS YO)
Si uno es nabo, lento de mollera, retardado, aturdido, percudido, ido, es cosa de uno mismo. Y solamente de uno mismo es el no ser genio, iluminado, alumbrado, dotado, munido, ido. Hay tipos que con la nada misma, es decir, con la nada misma inteligente hacen guita, se hacen famosos, son luego culto, y ocultos, son objeto de hurto. Debido a su genialidad visionaria, a su proyección futura de las leyes de mercado, de la oferta y la demanda convenientemente aderezadas con un poco de cultura pop, buena prensa, apariencia honesta, universitaria, cerebral y con un, si es posible,poquito de left touch. El toquecito de izquierda le da la necesaria internacionalidad a su producto y es generalmente bien visto por la opinión pública, las Tías de la Plazoleta de Abril y los centros de ayuda a los Simios Onanistas. Todos amamos las buenas ideas y seguimos la senda que nos marca nuestra conciencia: aplaudir con la boca abierta y asegurar la potencialidad de genialidad que se cree reconocer en la obra -la que sea- expuesta, exibida, examinada. Pertenecemos a la secta de los de buen gusto, racionalidad y sentido común. Estamos atrapados por nuestra libertad de expresión y no nos damos cuenta que los demás, los creadores de las buenas ideas, son los que nos dictan, desde su libre albedrío, su lasser faire, la conducta a seguir. Una dictadura voluntaria al revés, aceptada, difundida, ida.
Steve Keene se llama uno de los elegidos que reconoció la grieta solidaria y un buen día de 1993, tras incursionar en el ambiente catalogado como alternative pop-rock norteamericano como dj, empezó a pintar on masse carátulas de cedés porque no encontraba ninguna de su gusto. De ahí pasó a la pintura mural, también en cantidades industriales. Steve pinta un mismo tema cientos de veces en el mismo día. Las pinturas logradas las vende en dos modelos de diferente tamaño -small por 10 dólares y large por 14- y hasta el día de hoy lleva transaccionadas alrededor de 140.000, según datos biográficos, en su negocio de 85 Wythe Avenue, Brooklyn, NY, y a través de Internet. Ha expuesto en museos de Estados Unidos, Alemania, Australia y Londres y su obra es parte de una cadena ininterrumpida única -a pesar de las repiticiones del tema diario- de arte que ya alcanza varios kilómetros de longitud. Presumo que su bolsillo tiene varios kilómetros de longitud, también, en consecuencia directa a lo anteriormente redactado. Gracias a su inventiva y a la dulce dictadura dictada por su genialidad y aceptada por nuestra estupidez cuasi religiosa.
A propósito: hoy me llegaron directamente desde 85 Whyte Avenue, Brooklyn, NY cinco pinturas suyas. Large. Las colgaré en el pasillo de entrada al depto para ver si su presencia diaria alimenta mi espíritu innovador, despereza mi modorra creativa, mata mi pasividad de vasallo. De cipayo. De zapallo.
Tema del día. Fight This Generation del grupo Pavement, CD Wowee Zowee, 1995 (Carátula pintada por Steve Keene)
