Friday, April 11, 2008

86.- ASESINO DEL ZAPALLO. EL ASOMBROSO CASO DEL. (9)


'Loco! Loco! Lareputísimamadrequeterecontralmilparió! Loco! Jugálagüindahijoderemilputas! Subite los pantalones, payaso! Dejá de hacer el macaco ante los de la Tercera! Loco! No seas malo, maricón! Vestite y andate diez minutos al Musto así te dan un electro y te arreglan el cablerío, recontraputo!' En Los Aromos todo era cordialidad inglesa y té de viejas, como siempre. Los abedules que rodeaban el campo en donde LOS Abedules corrían tras las canillas de los momentáneos adversarios daban una sombra siniestra, diletante, opaca: una oscuridad transparente y caducada como mi libreta de conducir. Los veteranos que mascaban tortafrita con las encías endurecidas como premolares daban consejos intestinales a sus ídolos carboneros mientras rascábanse la piojera con dedos otrora, en la lejana niñez, sonrosados y pulcros, hoy día patéticas garras de uñas con tierra suficiente debajo como para rellenar los bañados del Complejo La Chancleta Inn. El Pijirito, angustiado por la sonoridad de los epítetos que emanaban del circundio, se largó un pedo que nada tenía que envidiarle a la nube radioactiva que escapó de los reactores de Tchernobyl. Varios gansos en intención de emigre cayeron en los terrenos aledaños por la onda odífero-expansiva. Desvaídos e imposibilitados de retomar vuelo decidieron (en asamblea democrático/espontánea) fundar una colonia de pinguinos blancos -a la que denominaron The Albin Penguins- y hacerse ricos tocando chamamés y polcas en las kermesses vecinales. Watson colaboraba como podía en el bienestar del país, generando puestos de trabajo en materias tan innovativas como la explotación del gas metano y sus derivados. Anyway el epitetaje de la horda axilar lo tenía nervioso, inquieto, fibroso, exaltado, desasosegado, correoso, angustiado, excitado, intranquilo, tendinoso, nervudo, histérico, por decirlo en palabras esatas y sesudas. 'Disculpe, su Masía' inoportunó el cachetes a su patronaje individual que gozaba del solcito hurgándose el tímpano medio con una astilla de ocalito que conformaba parte del paisaje bereber 'No sería hora que esta historia avanzace u tuviese algo parecido a... un argumento?'. El ladillaje abandonó presuroso las patillas del ayudante. El revoleo de zapatilla era temido por la vil calaña parasitaria. El pedazo de ocalito era una veleta zumbando al viento clavado en la sesera de nuestro investigador. Inmutable como un enema, Pepepepé exclamó: 'Callate atorrante! Tamo esperando al Ténico! Don Mario Salaregui!' 'Saralegui, querrá decir' hipó el circunceso. Hipó y rodó área chica abajo. El boleo á duplex con el sisaleado hizo callar a la manada, recua, muchedumbre, multitud, bandada, caterva, rebaño, hatajo, vacada, hato, cuadrilla despatarrada bajo la sombra locuaz del margen espectador. Despolvoreándose el cardal que se le había adherido a la solapa el ayudante pensó en lo ingrata de su profesión. Siempre segundón y recibiendo porrazos de un ridículo con alpargatas bigotudas. Conan Doyle había tratado mejor a sus personajes. Berdino, Fonseca y Di Leone no. Parecía como si se quisieran reír de él. En eso estaba, elucubrando pavadas como Berlusconi en Il Senato, cuando un rubio de chapas oxigenadas hizo su aparición en el verde. Caminaba raro, como si buscara miembros infe o superiores para patear. El pasado sobreponía su esencia asesina. El tipo se dirigió mirando con lujuria, obscenidad, lascivia, sensualidad, impudicia, voluptuosidad, concupiscencia las pantorrillas desnudas del regordete, achaparrado, rollizo, rechoncho, cachigordo que yacía en el punto penal, despeinado, desgreñado, desmelenado, greñudo. 'Soy Salaregui... ehm, Saralegui' dijo la ex-máquina de dar patadas 'Me buscaban?'. Pedro Pablo dió trescientoscuarenta pasos adelante hasta situarse en el punto penal, sitio de encuentro de murlos & númeroscinco en desgracia. 'Usté no tenía por casualidá' espetó el investigador a boca de jarro (nunca entendí esta expresion -nota del escriba-) 'un bar llamado Nadie Supo?'
El rubio falso levantó la mirada y carraspeó, audible hasta para los veteranos que pelotudeaban bajo los abedules: 'Tuve un bar, sí... ahora...' y miró a The Abeduls disputándose el balón bajo la salva de insultos '...ahora tengo un quilombazo...'

Tema del día: Let The Bitches Die de Lightspeed Champion, CD Falling Off The Lavender Bridge, 2008

http://www.lightbulb.com.ar/images/2ddesign/zapallo2.jpg
http://www.amazon.com/Falling-Lavender-Bridge-Lightspeed-Champion/dp/B0011HF60K/ref=sr_1_1?ie=UTF8&s=music&qid=1207804217&sr=1-1

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