50.- ASESINO DEL ZAPALLO. EL ASOMBROSO CASO DEL. (5)
'Poloster?' dijo el Tito a la vez que se servía una grappa triple por cuenta de la casa 'No era ese el nombre del yobaca que ganó el trágico Ramírez del 76?'. Pepepepé levantó la vista del papelito oloroso a mujier y dijo, seco, prepotente: 'No sabía que usté conmemoraba años fatídicos pa' la memoria unida del pueblo desunido, canejo'. 'No comemoro nada, carajo' dijo el barista picado 'Le digo solamente lo que me recuerda el nombre que usté me acaba de decir, mierda'. El Pijirito hizo que miraba al techo lo cual era bastante lógico porque encima, si uno levantaba la vista, había uno. Un techo. Y era anónimo, y carente de opinión, política o equina. El techo era un ser en sí mismo, una verdad callada, blanca, horizontal inalcanzable, tapizada de cagadas de moscas de pie plano y lámparas demasiado tímidas como para atreverse a siquiera alumbrar su pálida luz de piso al vesre. Un paraíso del error, una mentira disfrazada de verdad, una pradera para que el Hombre Araña correteara su identidad freudiana piterparkeriana sin temores infundados a caer en las garras del Guazón. Ah, no, el Jack Nicholson ese estaba en Batman. Pero daba igual. Lejos de errores historietísticos el Pijirito centraba su vista en el desierto blanco/marrón encima suyo para desoír la querella de los amigos separados por la barra mugrienta, lengueteada, opaca, babosa, discriminatoria, centralizada, partidaria, postal, ehm, eso. 'Y por qué trágico, ya que lo dice, el Ramírez del 76?' preguntó, tratando de calmar los ánimos The Pasped Balls. El troglodita detrás de la barra, sudoroso, mal afeitado, adiposo y carente de la bendición de un desodorante, tomó otro trago de la copa y resopló dolorido por los recuerdos. Sacudió la cabeza a la que se le estaban volando las chapas y dijo: 'Usté será güenazo investigando, Pederast, pero pa' lo que es lasarte populare no tiene la más mínima noción, eh?'. Piturco suspiró. El capítulo se estaba alargando al pedo ante la incapacidad del escriba de crear un argumento inteligente. Jauregui se escarbó la fosa nasal derecha-del tamaño del osario municipal- y sacó otro moco de los suyos, de esos amorfos, repolliles, cerebrales, dejándolo pegado, de un certero tiquiñazo, en la soledá autista del techo. 'Trágico por la muerte de Jéminguay, el caballo que iba en punta... Una barbaridá de asidente... Cabeceaba por tres cuerpo y tropezó al llegar a la meta... Se dió de testuz contra el disco... Fué descalificado posmorta y se dió ganador al segundo... Poloster...'. 'No tenía ni idea que se decía "posmorta" en vez de "post mortem"' dijo el investigador 'pero igual no creo que tenga algo que ver con esta notita olorosa'. El atardecer iba organizando estragos en los bajos instintos de los orientales maldotadenses que poco a poco iban haciendo su aparición cobarde en el queco, a escondidas de las patronas que en realidad estaban lo más felices en casa con el pata e' bolsa correspondiente, los gurises moquiando frente a la televisión y el guiso recalentándose por tercera vez. Un puema urbano, una postal de satisfacciones perdidas y vueltas a encontrar por el destino, ese bagual impertinente. 'Ese bagual impertinente, el Poloster, sabe usté por casualidad a quien pertenecía?' dijo el Tito mientras se escarbaba las uñas con un destornillador #5. Como el otro no le respondía agregó: 'A un mentado Trasante, ex jugador de Peniarol... Una calamidá pa la salud de los tobillo rivale...'. Piturco jugueteó con los mocasines de tapir atigrado haciéndolos girar como tiovivos en la punta de los dedos gordos. Preguntó, al salir de su ensimismamiento cirquero: 'Y Jéminguay? De quién era ese caballo letrado?' 'Jéminguay?' dijo el barista dejando el destornillador lleno de tierra sobre la cármica brillante de baba del bar: 'A un exterminador de pantorrillas tricolor... Julio Montero Castillo...'
Tema del día. Head East, Kaspar del grupo The Zincs, CD Black Pompadour, 2007
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