87.- ADELIR ANTÔNIO DE CARLI & MAMERTO MENAPACE: CURAS & GLOBOS VOLANDO A LA DAMIER

Lo de Adelir, el cura volador de la semana, ya se ha escrito extensamente. De todas maneras recapitulemos lo sucedido. Adelir Antônio de Carli, 42 pirulos de edad, sacerdote de Paranaguá, estado de Paraná, Brasil, quiso batir el récord de permanencia en el aire sostenido solamente por globos comunes de fiesta inflados con helio, récord ostentado por dos norteamericanos -especialistas en tales actos bereberes- con 19 horas. El domingo pasado era el día indicado por el Señor: nuestro héroe en sotanas emprendió el vuelo (sentado en un asiento especial, munido de celular, GPS y morfi para varios días) decidido a no pisar tierra hasta haber cumplido su santa merced & ventura. No contaba con la astucia de los vientos que, cambiantes, lo impulsaron mar adentro en vez de hacerle sobrevolar -como él erróneamente había supuesto- las colinas del país mais grande do mundo. La última noticia que se tuvo de él fué una angustiosa y no muy beata llamada desde su celular en el que anunciaba que se le estaban acabando las baterías del mismo, se hallaba a 50 km de la costa, y que por favor lo fueran a rescatar.
Conmovedora, tanta boludez.

Lo de Mamerto Menapace, también cura con ciertas afinidades a los globos es, por lo menos en materia de noticias sensacionalistas, menos conocido, pero no por esto desechable. Don Mamerto dedica sus horas libres a azotar a la humanidad con la escritura de unos cuentos cargados de esperanzas, buenas intenciones y bondad. En sus relatos el lector casi no puede dar la vuelta de página debido al almíbar que se queda adherido, cual pegote, a los garfios letrados. Una de esas maravillas de la prosa se destaca de su libro 'Con Corazón De Niño' y está intitulado El Vendedor De Globos. La trama se desmenuza de la siguiente -a rasgos generales- manera: un vendedor de globos en una fiesta de pueblo decide ir soltando sus balones como manera de llamar la atención. Los niños se agolpan ante el colorido espectáculo, incitando a sus padres la compra de tales artefactos al re-pedo. El vendedor ('que era un buen hombre' como se acota en la parábola) nota que un infante de color negro llora. Se le acerca y le pregunta el porqué de su tristeza. El pichón de Chengue le dice que le gustaría saber si el aeróstato negro que tiene el embustero (tenía un dirigible de esa tonalidad entre los multicolores) también vuela como los demás. El tipo ('que era un buen hombre' etc) se lo regala y lo instiga a que lo suelte. El zepelín vuela bajo la alegría del preto rapaz. El feriante ('que era un buen hombre... y acariciando su cabecita enrulada') (!?!) se despachó con una genialidad que reproduzco textual, imposibilitado está mi intelecto de hacerle justicia con las palabras adecuadas: 'Mira pequeño, lo que hace subir a los globos no es la forma ni el color, sino lo que tiene adentro'.
Conmovedora, tanta boludez.

Tema del día: God? del grupo The Dodos, CD Visiter, 2008

http://www.amazon.com/Visiter-Dodos/dp/B0013LKZJQ/ref=pd_bbs_sr_1?ie=UTF8&s=music&qid=1209310639&sr=8-1
http://www.actosdeamor.com/cuento20.htm

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