Tuesday, March 20, 2007


28.- MIL NOCHES DE IMSOMNIO A CAUSA DEL CULEX PIPIENS



La República Digital dió la noticia y la leí hoy de mañana, entre lagaña rebelde y café aguado, mientras me aprontaba para la dosis de yugo diaria. La Caco dormía soñando con nieve, y afuera, sin ella tan solo sospecharlo, nevaba copiosamente un día antes de empezar oficialmente la primavera en el Hemisferio Norte y yo tuve un escalofrío, no por lo gélido de la madrugada sino de horror al leer lo escrito en la pantalla de mi Dell Inspiron 6000: no los aedes aegyptii fueron la causa de mis mil noches de imsomnio en la niñez sino los culex pipiens! Si me hubiera informado con más exactitud en los lejanos días de mi pre-pubertad me hubiese ahorrado tantísimas veladas de incomodidad al tener que dormir, debido a mi pánico, abrazado a la maquinita de flit, que además de ser grande, metálica y fría apestaba al líquido que contenía. Fué por aquella época en la que mi vieja, estoy seguro, empezó a consultar a los psi (quiatras y cólogos) acerca de si mi pasión por la maquinita era del orden mental o meramente sexual. Mi progenitora ignoraba los terribles episodios de Jonny Quest en el Canal 4 todos los días a la tardecita en los cuales el rubiecito levemente gay protagonizaba junto a su séquito multi-culti unas aventuras espeluznantes en las que las palabras malaria, dengue y fiebre amarilla aparecían repetidas veces en boca de todos los participantes del capítulo, hasta de Turú. De ahí que yo, jovenzuelo algo lento de mollera amén de impresionable, deduciera que tales pestes eran tan comunes como ir a robar galletitas rellenas al almacén del Coco, y por eso tuviera la precaución de estar munido ante la -muy probable si nos guiábamos por los capítulos televisivos- eventualidad de ataque nocturno de los insectos.

Mosquitos. La República Digital hablaba del primer caso de dengue autóctono detectado en Salto y se explayaba en la nota de los pormenores del suceso. El apartado interesado para mi morbo se intitulaba "Claves sobre los mosquitos" en donde se explicaba de aedes aegyptii y albopictus(portadores de la fiebre amarilla y dengue), anopheles (malaria) y culex pipiens (común, portadores de ronchas y de miedos infantiles de un servidor).

Y como casi relacionándose con el tema, ya regresado del laburo liberador, y ojeando (ojeando de ojear, de mirar, no de pasar las hojas, hojeando) el Tages Anzeiger (diario de Zürich) despatarrado sobre el sillón, me entero que científicos norteamericanos han logrado cambiar genéticamente algunos especímenes de aedes para que no sean más portadores de la plasmodia que se produce en sus intestinos y que, al picar, genera la fiebre amarilla en los seres humanos. La idea de los estudiosos es largar suficientes ejemplares de estos mosquitos degenerados en las zonas más afectadas por la enfermedad para ver si a través del apareamiento logran debilitar a los insectos transmisores. Esfuerzo apreciable teniendo en cuenta que 300 millones de personas están infectadas, muriendo 1 millón anualmente, el 90% de los cuales son niños.

Mátalos, Turú!
Tema del día: Pican Pican Los Mosquitos cantado por el Pelado López con guitarra de plástico en el tablado del Loco Uberfil, Barrio INVE B2, 1973.

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