Sunday, June 03, 2007

41.- ASESINO DEL ZAPALLO. EL ASOMBROSO CASO DEL. (2)



Jauregui sacó pecho, carraspeó, se enjugó una lágrima rebelde que le corría mejilla abajo y emocionado, con voz de barítono y la mano a la altura de donde él suponía debía de hallarse el corazón entonó: 'Sabremos cumplir! Sá...!'. El zapatillazo fué dado con tal violencia que las palomas despegaron de las palmeras de la Plaza sin cagar al vuelo tal era su contumaz y diarreica costumbre y los transeútes giraron las cabezas sorprendidos por el planazo, preguntándose si la respuesta a tanto sonido ahuecado era el escape libre de algún Codesa destartalado. Pero no. Nuestro nunca bien ponderado detective Pedro Pablo Piturco Pederast aún mantenía enhiesta la alpargata con la cual había golpeado el cuello del Pijirito sin piedad. Éste, auspiciado incondicionalmente aún por los traumas de su infancia (se comentaba que el padrastro, milico verde raso, lo obligaba a presenciar los Comunicados A La Nación y los desfiles militares con los discursos del Goyo incluídos en los cuales hasta Charoná era comunista y traidor al Uruguay) tenía la tara de ponerse a cantar el Himno cada vez que transitaba por alguna arteria vial con denominación de fecha patria, lo que sacaba de quicio a Pepepepé. Esta vez estaban en 18 de Julio y Florida y se dirigían hacia Santa Teresa, tras pasar la noche libando en el bar del queco, luchando con la tentación de sucumbir a las ofertas de la Mireya, que ofrecía mamadas de amiga a 150 peshos, o partir raudos hacia el deber que la sociedad reclamaba: esclarecer un nuevo caso en que todo hacía suponer que el Zapallazo había encajado su calabaza asfixiante a una nueva víctima. El cadáver aún se encontraba en la misma posición con la que el Pijirito lo había, ortibamente, anunciado horas atrás: las patas en la calle y la cabeza -pardon, el zapallo- sobre la vereda. Las piernas, eso sí, presentaban numerosas fracturas y marcas de neumáticos. 'Evidentemente' dijo Piturco mascando las hojas de una ortiga (era hombre de costumbre algo... ásperas) 'los conductores lo confundieron con un argentino borracho con un sombrero ridículo durmiendo la curda y aprovecharon la oportunidad para tomar venganza por Botnia y lo pasaron por arriba. Fíjate' añadió escupiendo el tallo por el hueco que un premolar cobarde había dejado al huír de las temibles CU (Caries Unidas) 'hasta el Elefante Loco lo pisó' y señaló una huella finita como de bicicleta en el fémur. 'Usté no me querrá decir...' tartamudeó el cachafoso ayudante mientras se hurgaba el orificio nasal izquierdo sacando un moco del tamaño y consistencia de un repollo '...que el Elefante Loco es el Zapallazo!?'. Pederast lo miró con un odio rayano en la esquizofrenia. 'Idiotas. Ambos. Tú y él. El Elefante Loco no sabe diferenciar si un semáforo está en rojo o en verde. Te imaginas que podría tener la frialdad necesaria de enterrarle un zapallo a alguien en el marote?' Apabullado por la lógica del investigador, Jauregui se quedó callado, en melancólica contemplación del moco surgido de su interior nasal. Un haiku verdoso, cuasi cerebral, para el mononeurónico. Pasado un minuto de semi-silencio -si obviamos el camión cargado de obreros municipales que machacó los dedos de los pies del finado bajo la salva de hurras de los desdentados trabajadores estatales- Piturco se agachó y tiró con fuerza del zapallo que salió de la cabeza con un estampido generoso, esponjoso, pedorro, hebreo. La zabiola puesta al descubierto pertenecía al Contador Damiani. Tenía en la boca un habano aplastado y 75 mil millones de semillas. 'Muerte por asfixia' anunció Pepepepé. 'A lo mejor murió de empacho... o ahogado por el humo del puro' aventuró el Pijirito bastante desafortunadamente. El segundo zapatillazo en el lomo lo mandó cuesta arriba, aterrizando sobre una mata de cactus que adornaba un alféizar.
'El asesino es Bolso... El Zapallazo es Tricolor... Me lo sospechaba... Vamos a tener que consultar al único investigador Manya que ha luchado con él... Con pésimos resultados... Un centrojás limpio como los desagües del Arroyo Maldotado... Laudencio "Profeta" Panzardino...'
Canción del día: Balaclava del grupo Arctic Monkeys, CD Favourite Worst Nightmare, 2007

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