Cuando los lugares tenían más significado, los cordones y los rincones eran planetas en sí mismos, a descubrir. Crecimos y perdimos la visión periférica. Nos concentramos en sólo una meta: hacer dinero. Para criar gallinas y/o niños, tener el GOLF GTI 2000 ccm 200 PS/147kW 4Cilindros FSITurbo, comprar el calzado ergonómico MBT. Dinero. Ergo hoy día, parado bajo el sol en la parte trasera del garage, apoyado en una pared que daba al Sur y acumulaba el calor que se empieza a adivinar en el Norte, me ví enfrentado a la realidad de antaño. En vez de mirar para arriba y afuera me fijé para abajo y adentro, en el cordón que estaba a mis pies, corroído por hierba mala, puchos y papeles arrugados. Retrocedí a aquel mundo de entonces, cuando tenía 9 años y arrodillado cada mota de polvo, cada basurita en la calle tenía su secreto y yo era feliz propietario de la llave conspirativa, feliz con tan sólo saber esa incertidumbre, ser parte de ella, sentirla real entre tanta irrealidad. Ser el Sherlock de mí mismo, o por lo menos, el Watson de los demás.
Hoy, observando el cordón de entonces, de ahora, volví. Ya volví.
Soy un tapir.
Tema del día: Ankle Injuries del grupo Fujiya & Miyagi, CD Transparent Things, 2007
posted by pelayom at 1:49 PM
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