Friday, November 09, 2007



65.- HE LEÍDO TANTAS ESTUPIDECES LA SEMANA PASADA QUE INTERIORMENTE DESEO LA ILETRALIDAD COMO SALVACIÓN DEFINITIVA


Fué una semana dura, hablando en términos de dureza. El lunes se destapó con una noticia que no dejaba dudas del grado cerebral de los norteamericanos, de los norteamericanos de algún State de ésos, Iowa, North Dakota, Nebraska, Utah, uno bien reaccionario, botón, alcahuete, republicano. Parece que han prohibido colgar ropa en los patios de ciertos barrios pudientes porque eso bajaría el precio de los inmuebles. Es sabido que las personas que lavan y cuelgan la ropa a orear al sol carecen de secadora, ergo son pobres, ergo no viven en zonas residenciales. Y que los ricos ejecuten tareas destinadas a seres de estratos sociales más bajos es señal de dejadez, impudicia, desasosiego e impropiedad. Han llegado al extremo de contratar una especie de policía privada que hace rondas por las impolutas calles para comprobar que se mantiene la regla del descolgado; aquellos opulentos rebeldes que se atrevan a tal acto de ignominia son multados inmisericordiosamente y escrachados en la alcaldía local.
Martes o miércoles salió a la opinión pública unas leyes -todavía vigentes- del gobierno inglés destapadas por la cadena televisiva UKTV como las más absurdas del reino británico. Por ejemplo una dicta -textual-: "Está terminantemente prohibido morirse en el Parlamento durante las sesiones". Ni que decir que esta ley ganó el primer puesto en la encuesta realizada entre los televidentes. El segundo lugar la ocupó el edicto que condena con alta traición a la patria el "pegar una estampilla con la imagen de la reina al revés". La tercera posición fué para el decreto que permite a las vendedoras de peces tropicales en Liverpool de "ejecutar su trabajo en top-less". Lo gracioso de esta ley radica que solamente pueden hacer uso de esta libertad mamaria las vendedoras de peces tropicales. Las que venden, por ejemplo, aletas de tiburón o patas de gallo confitadas deben contar con el ser penalizadas si imitan a las felices liberadas del soutien & t-shirt.
El jueves los diarios nos hicieron saber que no solamente en Inglaterra hay leyes lejanas de la cordura; en Francia está terminantemente prohibido nombrar Napoleón a los cerdos.
El viernes nos enteramos que en el Estado de Florida las solteras no pueden saltar en paracaídas los días domingos, el resto de la semana sí. Yo les propondría, amistosamente, a los gobernadores de ese estado y de todos los estados del mundo que modificaran las leyes de tal manera que se prohibiera a las mujeres y hombres que crean tales mamarrachos estatuarios a saltar con paracaídas desde los aviones, pero que saltaran, que hicieran caída libre independientemente del día, de la nacionalidad y/o de la religión.
Tema del día: The Ruling Class del grupo Loose Fur, CD Born Again In The USA, 2006

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