43.- ASESINO DEL ZAPALLO. EL ASOMBROSO CASO DEL. (3)
'Nadie sabe, nadie supo' dijo Panzardino mientras se rascaba un sobaco y aplastaba un sapo con la alpargata, un sapo extranjero que se había aventurado, atrevido, por el radio de acción de la Rueda desflecada e implacable del investigador retirado. El sapo hizo FLUAC! bajo la planta sisalera del sabueso en descanso y se pegó al cemento, y fué alma y parte del camino de entrada al recinto, ad eternum, requiet in peace, you fucker. 'Cagó el sapo' dijo el Pijirito que no entendía latín ni inglés y le chupaban un huevo, en general, los idiomas. Y los sapos en extensión horizontal con los intestinos al aire. Panzardino levantó la alpargata, la examinó con ojos expertos, y sentenció: 'Sapo de mierda... La voy a tener que lavar... El único sapo que me gusta es La Rana René'. 'Panzardino' dijo Piturco impresionado por la velocidad de reflejos del hombre sentado a la sombra de sí mismo 'La Rana René era una rana'. Panzardino levantó la vista de la figura amorfa del sapo adherido a las rugosidades del paisaje rústico-vial y dijo con una voz que no admitía réplica: 'Era un sapo, la Rana. Se operó en Brasil. El primer escuerzo travesti de la farándula. Luego vino Enrique Pinti'. Pederast secóse el sudor frío que le bajaba por los tobillos. Renegó el hecho & causa de haberse olvidado de ponerse los calcetines . Los mocasines eran de cuero de tapir atigrado, sensibles como pocos al cambio de temperaturas & humedades de la epidermis humana. Lamentó el no tener, en cambio, los de cuero de oso hormiguero. Si bien picaban un poco eran más recios. El problema era que le quedaban largos porque estaban hechos con la trompa del animal. Con ellos puestos parecía Ian Anderson tocando la flauta en Qué tuls, Aqualung, un gnomo rebelde con tendencias surrealistas, barbadas, trotzkistas, acechando en la oscuridad de una esquina el paso de Hamelin, el brisco flautista traidor de roedores, para meterle el instrumento en el profundo orto. Encaró al hombre a la sombra de sí mismo. Le espetó a boca de jarro: 'Zapallos, Panzardino... Zapallos enterrados hasta los hombros de pobres víctimas que mueren asfixiadas, escupiendo pepitas & lorenzos con semillas que se les introducen en el sistema biliar aunque no saben las reglas de la carambola ni del pool... para ser precisos...'. Panzardino hurgaba con las uñas los restos de interioridades y menudencias de sapo del sisal de su alpargata. No contestó, en primera instancia. En segunda instancia tampoco. Ni en tercera. Instancia. Panzardino era un hombre sentado a la sombra de sí mismo, introvertido. Una instancia significaba para él como una estancia pero al revés, soledá pa'dentro no pa'juera. Era el campo interior, la pampa inexplorada de la siquis llena de ñandúes despeinados y tatúes forajidos que cabalgaban a pelo a los pelados peludos de Sendic. 'Nadie sabe, nadie supo' repitió Panzardino enigmáticamente. Luego se puso en posición fetal a dormir la siesta, las alpargatas a guisa de almohada, con el paisaje interior bajo la nariz como un Pollock del subdesarrollo en espera del mecenas salvador, borracho, osado, genials. Colorido, dolorido, ido.
'Medio nabo este tipo' arriesgó Jauregui mientras marchaban por el ripio hacia las bicicletas que habían estacionado por precaución a media legua de distancia. Eran rodados de las putas del queco y no querían ser confundidos & violados por las hordas de brasucas desdentados que pululaban las calles de Maldotado en busca de vírgenes o sucedáneo para saciar la sed espermatozoica/bagayera. 'Nadiesabenadiesupo... Nadiesabenadiesupo... Qué se cree que es? El hijo ilegítimo del Monje Loco?. 'No seas atrevido' carraspeó duramente Pepepepé 'No menosprecies la sabiduría alparguística de Panzardino... Él es el único sobreviviente del Zapallazo... Un Leonardo di Caprio a la proa del Tiranic... ehm... Titanic... esperando enhiesto la llegada del iceberga...'
Tema del día: Oh My God, Whatever, Etc de Ryan Adams, CD Easy Tiger, 2007
posted by pelayom at 8:09 AM
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