Tuesday, February 12, 2008


76.- POR AMOR AL (MAT)ARTE
El domingo pasado a las 16:30 entraron. Por la puerta, educados, encapuchados. Se dirigieron a los tres boludos que se creían entendedores de arte y miraban boquiabiertos las pinturas. Les dijeron: "Buenas tardes, señoras y señores, tengan la bondá de hacer cuerpo a tierra y de respirar lo menos sonoramente posible. Esto es un robo". Tras lo cual encargáronse de un Cèzanne, un Degas, un Monet, y un van Gogh, que colgaban descuidadamente de las paredes y en tres minutos hicieron mutis por el foro. El foro estaba situado en Zürich, para ser mas exactos en la Fundación E.G. Bührle. Emil George Bührle, alemán naturalizado suizo, amante y mecenas de arte, había abierto la fundación a finales de los años cincuenta, para exponer las obras que había ido adquiriendo y almacenando en sus diversos domicilios. George se había hecho rico con la segunda guerra mundial: proveía de armas a través de su fábrica Maquinaria Oerlikon a la Deutsche Wehrmacht de un tal don Adolf Hitler. Vinieron, es claro, con el correr del tiempo, por parte del mismo Georgito y su familia, dementidos acerca del origen del dinero con el que, entre otras cosas, se adquirieron los patrimonios artísticos, pero la historia de sus libros de contabilidad demuestran que en el año 1938 las ganancias declaradas al fisco eran de 1 millón de francos suizos, mientras que en 1944 lo fueron de 127. Casualidad o mas bien causalidad? El hilo familiar de asociar arte & guerra siguió con el hijo Dieter. Pero cuando en el año 1968 la armada nigeriana -en el medio de un ataque a los rebeldes en el conflicto de Biafra- mató dos integrantes suizos de la Cruz Roja con cañones made in Werkzeugmaschinenfabrik Oerlikon se le cagó miserablemente la torta y las críticas mundiales -en pleno movimiento pacifista- arreciaron. Dieter, empero, imperturbable, enviaba armas también al regimen del Apartheid en Sudáfrica, lo que le costó ocho meses de prisión y una multa de 88 millones de francos suizos dos años mas tarde, en 1970. En su brega familiar contra el comunismo siguió exportando armas a gobiernos derechistas y salvando obras de arte -muchas veces pertenecientes a los derrotados izquierdistas y vendepatrias desquiciados a los cuales se combatía con su cañónica ayuda- para su colección privada. En 1978 recibió de parte del gobierno blanco de Pretoria las máximas condecoraciones militares jamás otorgadas a un civil extranjero. La odisea mecénica-sangrienta continuó hasta nuestros días con altibajos y llegó a su fin en Abril del 2005, cuando Gratian Anda, nieto de E.G. Bührle y sobrino de Dieter (hijo de su hermana Hortense) vendió las últimas acciones familiares a una firma, oh ironía del destino, austríaca.
El pasado domingo a las 16:30 horas unos despiadados ladrones se apropiaron de unas obras que colgaban magníficas en la Fundación de esta familia para admirar...


Tema del día: Diggin A Grave de Micah P.Hinson, CD Micah P. Hinson and the Opera Circuit, 2006










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